Historia latente
Entre los días 3 y 4 de febrero de 1992
un golpe militar fallido intentó derrocar al entonces Presidente de la
República, Carlos Andrés Pérez. Estuvieron comprometidas en la asonada
guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y
el Distrito Federal. El alzamiento denominado Operación Zamora se
inició en la tarde del día 3 y estalló en la noche, al retornar al país
el presidente Pérez, luego de su participación en el Foro Económico
Mundial, en la ciudad de Davos, Suiza.
Los responsables eran miembros de una
agrupación clandestina existente en el seno de la Fuerza Armada,
conocida como Movimiento Bolivariano MBR-200. Dicha organización fue
fundada en 1983 por los entonces capitanes del Ejército Hugo Chávez
Frías, Felipe Acosta Carlés y Jesús Urdaneta Hernández, quienes se
desempeñaban como instructores de la Academia Militar.
Debido a que entre sus miembros
figuraban oficiales de graduaciones medias tales como comandantes,
mayores, capitanes, tenientes y tenientes-coroneles, dicho movimiento se
conoció como Comacate; asimismo, buena parte de los integrantes
pertenecían a la promoción Simón Bolívar, la cual egresó de la Escuela
Militar en 1975.
El Comandante Chávez y los oficiales de
mayor rango involucrados en la insurrección fueron recluidos en el
Cuartel San Carlos de Caracas y luego en la Cárcel de Yare en los Valles
del Tuy. A semanas de este intento, el Tribunal Militar II de Primera
Instancia Permanente de Caracas anunció que habían 133 oficiales (entre
los cuales 24 fueron acusados de dirigir la rebelión y el resto de ser
adherentes) y 967 soldados sometidos a la investigación.
Con el tiempo, las causas de muchos de
los militares presos fueron sobreseídas, otros fueron dados de baja y
otros indultados por el presidente Caldera en 1994 bajo la condición de
solicitar su retiro de la Fuerza Armada, tal como sucedió con los
oficiales que dirigieron la operación.
Asimismo, la utilización de las Fuerzas Armadas, en particular el Ejército y la Guardia Nacional, en la represión de los disturbios del 27 de febrero de 1989; el cuestionamiento a la posición sostenida por el presidente Pérez en las negociaciones relativas a la delimitación limítrofe con Colombia; el deterioro de las condiciones socioeconómicas de la oficialidad media y baja de las tropas; y el empleo de las Fuerzas Armadas en labores como repartición de útiles escolares, becas alimentarias, campañas de vacunación y de arborización.
De acuerdo con los protagonistas su acción estaba justificada por la
interpretación del artículo 132 de la Constitución Nacional de 1961,
según el cual se consagraba a las Fuerzas Armadas la defensa nacional,
la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la
Constitución y a las leyes, el cual estaba siendo vulnerado por el
Gobierno de Pérez. No obstante, a pesar de lo anterior en entrevistas
concedidas a la prensa, lo golpistas señalaron que estaban conspirando
desde hacía 10 años antes, aproximadamente durante el gobierno de Luis
Herrera Campíns.
Los principales dirigentes de la acción golpista fueron los tenientes coroneles Hugo Chávez Frías, Francisco Arias Cárdenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y Jesús Ortiz Contreras. La toma de la región capital estuvo bajo la responsabilidad del teniente coronel Chávez Frías, quien dirigió las acciones desde el Museo Histórico Militar de La Planicie, y del teniente coronel Joel Acosta Chirinos, quien comandó las operaciones en la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda, en La Carlota.
La rendición comenzó una vez que las tropas retomaron el Palacio de Miraflores a las 4 a.m. y se prolongó hasta cerca del mediodía del día 4, cuando se entregó el líder de la operación, el comandante Hugo Chávez Frías. El presidente Pérez retornó al Palacio una vez que fue recuperado por las fuerzas del gobierno.
Los principales dirigentes de la acción golpista fueron los tenientes coroneles Hugo Chávez Frías, Francisco Arias Cárdenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y Jesús Ortiz Contreras. La toma de la región capital estuvo bajo la responsabilidad del teniente coronel Chávez Frías, quien dirigió las acciones desde el Museo Histórico Militar de La Planicie, y del teniente coronel Joel Acosta Chirinos, quien comandó las operaciones en la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda, en La Carlota.
La rendición comenzó una vez que las tropas retomaron el Palacio de Miraflores a las 4 a.m. y se prolongó hasta cerca del mediodía del día 4, cuando se entregó el líder de la operación, el comandante Hugo Chávez Frías. El presidente Pérez retornó al Palacio una vez que fue recuperado por las fuerzas del gobierno.
UN POR AHORA Y PARA SIEMPRE... HACE 24 AÑOS QUEDO GRABADO PARA LA HISTORIA DE VENEZUELA Y EN LOS RECUERDOS DE SU PUEBLO
La Rebelión Cívico-Militar que movió las fibras Revolucionarias en Venezuela
FACILITADOR:
KELIZ MARQUEZ
JESUS CHACÓN
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